Leo Messi, de sus inicios al contrato de la servilleta

Lionel Andrés Messi Cuccittini nació en Rosario (Argentina) el 24 de junio de 1987. A los 4 años comenzó a jugar en el club de su barrio, el Abanderado Grandoli. Con 6 fue incorporado por Newell’s Old Boys a su escuadra y allí empezó a demostrar que su talento era de otro planeta.

A los 11 años recibió una terrible noticia: los médicos le diagnosticaron un trastorno en la hormona de crecimiento y le dijeron que apenas podría superar el metro y medio de estatura.

Pese a ello, Messi progresó como jugador de una manera espectacular. En 1999, la Asociación Rosarina de Fútbol publicó que Lionel había jugado 176 partidos, marcando 234 goles. Estas cifras le dieron cierta fama en el fútbol base de su país, así como su actuación en la Copa de la Amistad, en Perú, defendiendo los colores de Newell’s: Leo marcó 9 de los 10 goles que los cachorros de los Ñuls le endosaron al Callao, realizando una prodigiosa demostración de talento técnico.

A los 13 años, Leo estuvo muy cerca de fichar por River, pero apenas medía 1,40cm y necesitaba un tratamiento muy costoso para superar su enfermedad. Ni Newell’s, ni River quisieron asumir los gastos del citado tratamiento y entonces, su padre, que tenía una oferta de trabajo en Barcelona, decidió llevar al chaval a la Ciudad Condal para intentar que hiciese una prueba con el club blaugrana.

Leo llegó a Barcelona el 17 de septiembre del año 2000 y durmió su primera noche en Barcelona en un hotel que está frente al Camp Nou. El departamento de fútbol base del Barça le convocó para jugar un partido de prueba con el Infantil A en uno de los campos del Miniestadi. Leo marcó 6 goles, tiró 2 veces al poste y a la media parte tuvieron que cambiarle de equipo para equilibrar el encuentro. Carlos Rexach, que entonces era el secretario técnico del Barça, vio la prueba y al instante tuvo claro que había que ficharlo.

Leo comenzó a entrenar con el Juvenil B, con jugadores que tenían 2 o 3 años más que él, y que eran entre 20 y 40 centímetros más altos.

La calidad del jugador llegó a oídos del entonces presidente culé, Joan Gaspart, quien consideró muy arriesgado apostar por aquel chaval argentino. El representante del jugador en España, el también rosarino Horacio Gaggioli, amenazó al FC Barcelona con ofrecer a Messi a otros clubes, como el Real Madrid.

Entonces, Rexach tomó la iniciativa y asumió personalmente la responsabilidad de su fichaje. Y, por fin, el 14 de diciembre de ese mismo año 2000, Horacio Gaggioli y Carles Reixach se citaron para jugar al tenis en el Club Pompeia del Montjuic. Tras el partido, comieron en la cafetería del club, junto con Josep Maria Minguella, un conocido representante de jugadores. Y allí se produjo el milagro blaugrana. Gaggioli y Minguella convencieron a Rexach y este redactó sobre una servilleta de papel el primer contrato de Leo con el Barça:

En Barcelona, a 14 de diciembre del 2000 y en presencia de los señores Minguella y Horacio, Carlos Rexach, Secretario Técnico del F.C.B., se compromete bajo su responsabilidad y a pesar de algunas opiniones en contra, a fichar al jugador Lionel Messi, siempre y cuando nos mantengamos en las cantidades acordadas”. Minguella, Reixach y Gaggioli firmaron el contrato y una semana más tarde, estos dos últimos dieron validez oficial al documento ante notario. Y el 8 de enero de 2001, Messi se convirtió oficialmente en jugador del FC Barcelona, que se hizo cargo de los gastos médicos de su tratamiento.

¿Qué pasó con la servilleta? Se la quedó Horacio Gaggioli, quien se la llevó a su residencia de Andorra y la guarda como oro en paño en una caja fuerte del banco Crèdit Andorrà. Le han ofrecido un dineral por ella, pero en repetidas ocasiones ha afirmado que solo la cedería en préstamo al Museo del Barça para que ocupase un lugar preferencial, junto a los 6 Balones de Oro de Leo.

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