Josef Bican es un ilustre desconocido del fútbol mundial. En una entrevista afirmó haber marcado unos 5.000 goles a lo largo de su vida, contando partidos oficiales, amistosos, de categorías inferiores, pachangas y entrenamientos. Pese a que esta cifra no puede ser probada, la Federación de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) reconoce que, a día de hoy, Bican debe ser considerado como el mayor goleador de la historia de este deporte.

A lo largo de su carrera, el jugador austriaco marcó 1.468 goles, contando los partidos oficiales, los amistosos y los de categorías inferiores. Con esta cifra, Bican supera los 1.461 del alemán Gerd Müller y los 1.329 del brasileño Arthur Friedenreichm, que le acompañan en el pódium. Más lejos quedan otros goleadores históricos como Pelé (1.282), Puskás (1.146) o el mismísimo Leo Messi (1.109).

Bican también tiene el récord de goles marcados en Primera División. Entre 1931 y 1955 anotó 518 en 348 partidos jugados, lo que supone un promedio de 1,49 tantos por partido. Tras él, aparecen en este ranking Ferenc Puskás (514 goles en 529 partidos), Cristiano Ronaldo (440 goles en 565 partidos) y Leo Messi (438 goles en 474 partidos).

Las cifras de Bican son de por sí alucinantes, pero aún tienen más valor si tenemos en cuenta que la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias políticas le afectaron decisivamente justo cuando estaba en su mejor momento.

Josef “Pepi” Bican nació en Viena en 1913 en una familia muy humilde. Durante sus primeros años creció en la miseria de la Primera Guerra Mundial. Aprendió a jugar al fútbol descalzo, en las calles de su ciudad natal. Y a los 18 años fue fichado por el Rapid, donde pronto destacó en la posición de delantero centro. La velocidad (corría los 100m en menos de 11 segundos) y la precisión y la potencia de su disparo eran sus credenciales. Bican jugó en el Rapid 6 temporadas, ganando 3 Bundesligas austriacas. En 1935 fue fichado por el Admira Wacker, donde estuvo 2 temporadas.

Cuando Hitler se anexionó Austria, Bican se negó a afiliarse al Partido Nazi y tuvo que huir a Checoslovaquia, donde empezó a jugar en el Slavia Praga. Allí vivió los mejores años de su carrera, consiguió 6 títulos de Primera División y firmó actuaciones memorables. Por ejemplo, el 16 de abril de 1944 le marcó 9 goles al SK Pilsen; y en otros 10 partidos marcó 7 tantos. Entre los años 1939 y 1944 fue el máximo anotador de Europa.

Bican se convirtió en una celebridad en Checoslovaquia. En 1948, la Juve quiso ficharlo, pero Bican no quiso marcharse a la Vecchia Signora, por cuestiones políticas (no creía en los totalitarismos, ni de derechas, ni de izquierdas).

Bican se negó a unirse al Partido Comunista Checoslovaco y empezó a tener problemas. En 1949, por su “propia seguridad”, tuvo que dejar el Slavia y se fue a jugar a un equipo de Segunda División, el Vitkovice de Ostrava, al que subió a Primera en una sola campaña (marcando 44 goles en 25 partidos. Bican encontró muchas dificultades para jugar e incluso tuvo que recalar de nuevo en un equipo de Segunda, el Hradec Kralové, con el que estableció su récord goleador en un partido: marcó 11 tantos.

Josef Bican jugó para 3 selecciones nacionales. Con Austria llegó a quedar 4.º en el Mundial de Italia 1934 y marcó 14 goles en los 19 partidos que se enfundó dicha camiseta. Con la selección de Bohemia y Moravia jugó 1 partido, en el que marcó 3 goles. Y con Checoslovaquia jugó 14 partidos y marcó en ellos 12 goles.

Bican se retiró del fútbol en 1955. Fue entrenador de varios equipos, hasta que fue obligado por las autoridades comunistas a alejarse del mundo del balón. Entonces trabajó en el ferrocarril, condujo autobuses, trabajó también en un zoo y murió en el anonimato, en 2001, a los 88 años, víctima de un infarto. Bican está enterrado en un cementerio de Praga, justo al lado de una estatua en la que siempre hay flores.

Os dejamos con este vídeo, en el que podéis ver en acción a este mito del fútbol mundial: