Donny van de Beek, el primero del mercado de fichajes

El fútbol europeo empieza a salir del limbo en el que le ha sumido la crisis sanitaria que se vive en el continente. Pero no va a ser una salida homogénea, ni en el tiempo ni en sus circunstancias.

Competiciones como la Bundesliga o la Ekstraklasa polaca han fijado fecha para su reanudación en el mes de mayo. Sin embargo, otras grandes ligas, como la Premier o nuestra Liga española, trabajan con un horizonte que contempla la suspensión de no alcanzar un acuerdo para volver a los campos antes del fin de junio.

En el otro extremo, la asamblea telemática de la Eredivisie del pasado viernes terminó con la suspensión de la liga, que no tendrá campeón oficial para la temporada 2019-2020. No se harán efectivos ni ascensos ni descensos y las plazas de Champions se han adjudicado al Ajax, líder de la clasificación en el momento de su suspensión, y al AZ Alkmaar, segundo clasificado.

Cada decisión final que se toma en el seno de una competición doméstica inyecta gasolina en unos motores que ahora ronronean al ralentí en los centros de poder del fútbol europeo.

Las direcciones deportivas de los clubes más potentes del continente, se han visto obligadas a adelantar la planificación de la próxima temporada antes siquiera de saber cómo va a terminar la actual.

Los obstáculos que añade a su trabajo esta situación son notorios. Los clubes y los jugadores de las competiciones afectadas por la incertidumbre se muestran reacios a valorar ofertas y adquirir compromisos de acuerdo a un calendario indefinido. En ocasiones, deben trabajar sobre escenarios dramáticamente opuestos, como en los casos de los clubes que desconocen la categoría en la que empezarán el próximo curso o aquellos que esperan conocer si obtienen plaza en las competiciones europeas.

Puñetazos en la mesa como el de la Eredivisie cambian de la noche a la mañana la configuración del tablero en la que todos estos equipos mueven ficha para la próxima temporada. El Ajax, club en el que históricamente pescan todas las grandes ligas, ha cerrado definitivamente su vestuario, eliminado de la Europa League por el Getafe y sin más partidos que disputar hasta el próximo curso.

El contrato más codiciado del Ajax es el de Donny van de Beek, el talentoso mediapunta de 23 años que estuvo en la órbita del Real Madrid como plan B para el caso de que resultara imposible fichar a la eterna petición de Zinedine Zidane, Paul Pogba. El jugador, que decidió hacer oídos sordos a todos los cantos de sirena mientras no se despejara la incógnita sobre las obligaciones deportivas más inmediatas del Ajax, ha vuelto a encender el móvil.

Las circunstancias han cambiado bastante respecto al año pasado. La explosión de Odegaard en la Real Sociedad sugiere una optimista prudencia a la hora de reforzar la zona de creación, a la vez que la secretaría técnica blanca ha detectado la necesidad imperiosa de encontrar un complemento, quizá un competidor, para el puesto de Casemiro.

Sin embargo, todavía flotan en el aire los rumores que apuntaban a un preacuerdo alcanzado con el jugador para posponer el fichaje una temporada y quedarse un año más en el Ajax. El final de la Eredivisie podría adelantar la confirmación o el desmentido de esa posibilidad en los próximos días.

La confirmación sería su presentación como primer refuerzo merengue del próximo curso.

El desmentido, su vinculación a alguna de las múltiples novias que le han salido desde que se ha puesto el cartel de “cerrado por vacaciones” en el Johan Cruyff Arena.

El Manchester United se propone como un peón de suma importancia en estas negociaciones, pues las implicaciones de una posible incorporación de van de Beek en el futuro de Pogba en Old Trafford no se le escapan a nadie.

Los Red Devils tienen muchas bazas ganadoras, incluso en el caso de que el internacional holandés tenga apalabrado un trato preferente hacia el Real Madrid.

Ya no solo porque una posible venta del francés cubriría de sobra el caché que le pone el Ajax a su estrella. De incluir a Pogba en un posible trueque con el Madrid, el caso van de Beek podía ser el germen de una enconada disputa entre los diferentes estamentos del club blanco, la dirección técnica, la dirección deportiva y la presidencia, atrapada en medio del fuego amigo y obligada a apoyar a una de las dos partes.

Una posible injerencia de la Juventus debería preocupar menos en el plano institucional, pero algo más en el deportivo.

Los italianos pueden situarse en una posición de mucha fuerza si se da la combinación de necesidad deportiva y fortaleza económica que crearía un hipotético traspaso del argentino Paulo Dybala. Al delantero ya no se le vincula con tanta fuerza como en otras temporadas al Barça, pero en las últimas horas se apunta un renovado interés desde el Bayern de Munich, que ya intentó su fichaje en 2019.

 

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